“¡Aclamad a Yahvé tierra entera, servid a Yahvé con alegría, llegaos a él con júbilo!”
(Salmo 100:1-2)
Estos versículos del Salmo 100 nos enseñan al respecto:
¿Es alegre nuestro servicio a Dios?
¿Cómo puedo servirle a Él con alegría?
1. Cuando estoy convencido que le sirvo a Él.
Es importante desarrollar nuestra vida en el servicio al lado de personas que tienen experiencia en ello.
2. Cuando soy un orante.
Pasar tiempo con el Señor antes de trabajar para Él y así recibiré la fortaleza para la obra.
3. Cuando determino lo que voy a hacer (no a la «mente dividida»).
Hacer lo que Dios quiere que haga y no “lo que yo quiero”.
4. Cuando doy lo mejor en lo que estoy haciendo.
El gozo viene cuando doy de corazón. ¿Es bueno lo que voy a hacer? ¡Entonces debo hacerlo bien!
5. Cuando me comprometo a terminar lo que empecé.
Trabajar con entusiasmo. Venceré las dificultades que se me presentan, en el Nombre del Señor. No dejaré lo que estoy haciendo, hasta que Dios me dé otra cosa para hacer.
6. Cuando me concentro en la tarea y no en los resultados.
Fidelidad, esfuerzo, compromiso, denuedo, valentía, me ayudarán a tener gozo en la tarea encomendada.
7. Cuando ajusto el enfoque de mi servicio.
Miro las bendiciones de Dios. Estoy siempre atento a servir a mis hermanos. Trato día a día ser más efectivo en lo que hago. Miro siempre lo positivo, con amor, fe y esperanza.
¡Es un privilegio servir a Dios!