“Os he escrito a vosotros, hijos míos, porque conocéis al Padre, os he escrito, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os he escrito, jóvenes, porque sois fuertes y la Palabra de Dios permanece en vosotros y habéis vencido al Maligno. No améis al mundo ni lo que hay en el mundo. Si alguien ama al mundo, el amor del Padre no está en él.” (1 Juan 2:14-15).
¡No permitan que les roben sus sueños…! Proyecten sus ideales, de acuerdo a la vocación de cada uno, en Jesús y Su Evangelio, para que éstos sean dignos de ser vividos.
El mañana será mejor, si hoy sembramos lo que queremos cosechar. Tengan una mirada nueva; ya hemos visto y experimentado la tragedia a la que conduce dejarse embaucar por los “falsos profetas”; “mercenarios” que lucran con el sacrificio, el dolor y hasta con la sangre de sus embaucados, que tantas veces con recta, sincera conciencia han abrazado un “ideal engañoso”, seducidos, como nuestros Padres en el Edén por la “Serpiente Antigua”, Satanás, el diablo, que como el “Dragón” del Apocalipsis, tiene a la “Bestia” como su brazo ejecutor y al “falso profeta” como su vocero, su propagandista (ver Apocalipsis 13).
¡Claro que es posible un mañana mejor! Siempre que, inspirados en Dios, trabajen con esa fuerza juvenil, amorosa y justiciera, sembrando hoy, aquí y ahora, en paz, la semilla de la cosecha del mañana. Esa es para mí, al menos, la verdadera “revolución”, es decir: LA “RE…EVOLUCIÓN” que esta sociedad necesita y que SERÁ – ES – POSIBLE sólo en el AMOR, la JUSTICIA y la PAZ… Por eso, ¡NO PERMITAN, por favor, QUE LES ROBEN LOS SUEÑOS!
¡UN FRATERNAL ABRAZO!
“JOVEN”
NO TE DEJES SEDUCIR POR EL MAL
QUE SEA TU META, LA JUSTICIA…
DESECHA EL ENGAÑO Y LA CODICIA
QUE DESTILAN UN VENENO MORTAL…
EN TU ALMA HAYA PAZ Y BONDAD
FE VERDADERA Y SINCERO AMOR…
LA PALABRA DE DIOS, ES VERDAD
ENTRÉGATE A LA ORACIÓN CON FERVOR…
VIVE CON ALEGRÍA, TU JUVENTUD…
¡DIVINO TESORO, GRACIOSA VIRTUD!
SER PRUDENTE ES DE BUEN TINO…
SEA CRISTO, JOVEN, TU “VIVA PASIÓN”
SU PALABRA HABITE EN TU CORAZÓN…
¡ELLA PURIFICARÁ TU CAMINO!
Juan Carlos Hovhanessian