¿Has oído -o experimentado- alguna vez el “miedo a lo nuevo”?
En Génesis 18:13-15 leemos: “Dijo Yahvé a Abrahán: ¿Por qué se ha reído Sara, pensando: ¡Seguro que voy a parir ahora de vieja!? ¿Hay algo difícil para Yahvé? En el plazo fijado volveré, al término de un embarazo, y Sara tendrá un hijo. Sara negó: No me he reído, y es que tuvo miedo. Pero Aquél dijo: No digas eso, que sí te has reído”.
Sara tenía miedo a lo nuevo.
El pasaje nos muestra a una mujer avanzada en años, que perdió la esperanza de recibir las Promesas de Dios, como si dijera: “si yo nunca he recibido nada, justo ahora lo voy a tener…”. Sin embargo, el Señor llega para darle la promesa de un hijo (recordemos que Sara era estéril y de muy avanzada edad).
Era humanamente imposible que esto ocurriera, el panorama era oscuro… Pero Dios le dice que LE DARÁ un hijo y ahora sí le pone plazo: para el próximo año.
Esta mujer tuvo miedo de recibir “lo nuevo” que Dios quería darle, eso que tanto había deseado pero que ahora era “imposible”. Entonces, Dios le dice: “NO HAY NADA DIFÍCIL PARA DIOS”.
Hermano querido, el miedo hace que no ejerzamos la fe, que es el ingrediente para agradar a Dios (ver Hebreos 11:6). Recuerda que a nuestro Padre le gustan las cosas “difíciles” -según nosotros-, porque: PARA ÉL NO HAY NADA DIFÍCIL!!!
Todo es posible para Dios y para quienes creen en Él.
No temas, que Su Palabra no falla, y si Él te prometió algo (bendición familiar, prosperidad, salud, trabajo, etc.) TODO SE VA A CUMPLIR. Y cuando llegue el momento, podrás disfrutar de esa bendición y ser productivo con ella, tanto para ti, para tu familia y para la Iglesia. Recuerda que: DIOS DICE Y HACE.
Él te bendiga!!!