El «Vía Crucis» (Camino de la Cruz) se trata, precisamente, de un camino de oración que busca adentrarnos en la meditación de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo hacia el Calvario. El camino se representa con una serie de imágenes o «estaciones» y su finalidad es ayudar a unirnos a Nuestro Señor haciendo una «peregrinación espiritual» a diferentes momentos de su Pasión y Muerte Redentora. Ayuda a renovar nuestro recuerdo de los sufrimientos de Cristo en su camino hasta el Monte Calvario, donde por nuestra Salvación murió en la Cruz.
La costumbre de este rezo posiblemente comenzó en Jerusalén. Ciertos lugares de La Vía Dolorosa fueron reverentemente marcados desde los primeros siglos de la era cristiana. Allí los peregrinos pasaban recordando la Pasión de Nuestro Señor. No se sabe cuándo surgieron las Estaciones así como las conocemos hoy, pero probablemente fueron los Franciscanos los primeros en establecer el Vía Crucis, ya que a ellos se les concedió en 1342, la custodia de los lugares más preciados de Tierra Santa.
Estaciones del Vía Crucis:
1. Jesús es condenado a muerte.
2. Jesús carga con la Cruz.
3. Jesús cae por primera vez.
4. Jesús encuentra a su Santísima Madre.
5. Simón el Cireneo le ayuda a llevar la Cruz.
6. La Verónica limpia el rostro de Jesús.
7. Jesús cae por segunda vez.
8. Las mujeres de Jerusalén lloran por Jesús.
10. Jesús es despojado de sus vestiduras.
11. Jesús es clavado en la Cruz.
12. Jesús muere en la Cruz.
13. El cuerpo de Jesús es bajado de la Cruz.
14. El cuerpo de Jesús es colocado en el sepulcro.