EL AMOR ESPIRITUAL

ABRIR EL CORAZÓN AL HERMANO

“Queridos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.” (1 Juan 4:7)

 El amor espiritual:

Juan nos habla de amarnos en el amor espiritual:

– El amor espiritual hay que anhelarlo, es un don de Dios.

– A este amor se llega por medio de una vida de profunda oración.

– Este amor no sabe de intereses.

– Los que aman así son personas abiertas a su prójimo, no ponen sus ojos en la hermosura del cuerpo, ven lo interior de los demás.

 

Hay que compadecerse del dolor del prójimo y gozarse con el éxito de los demás

– No juzgar según nuestros propios criterios.

– No juzgar el nivel del problema de los demás (grande o chico), para el hermano ese es su problema aunque a mí no me parezca importante.

– Alegrarse con los demás por lo que ellos se alegran.

 

Desprendimiento

– El verdadero amor busca el bien de los que le rodean.

– Soporta calladamente las faltas de los otros.

– Dejar todo para abrazarse a Jesús, entregarse a Él por entero.

– El amor trae dolor e incomprensión.

– El amor perfecto nos hace libres.

– Al que ama sólo le importa ser apreciado para llevar a otros a Cristo.

– Amar en el total desprendimiento, si los otros no nos quieren debemos amarlos igual.

– Tanto amó Dios que dio a Su propio Hijo. Primero debemos amar. La humildad y el amor van siempre juntos.

“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados. Queridos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros.”

(1 Juan 4:10-11)