No se puede desmayar. Si te rindes… jamás te levantarás.
Estemos dispuestos a usar nuestros “impedimentos”, las aparentes “desventajas”, “defectos” o “necesidades”… y las convirtamos por el Poder de Dios, en medios para salir siempre más que vencedores en todas las cosas, gracias a Aquel que nos amó.
PEDIMOS A DIOS, QUE ESTA PRÉDICA, BENDIGA TU VIDA!!!