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“Así pues, hermanos míos amados, manteneos firmes, inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que vuestro trabajo no es vano en el Señor.” (1 Corintios 15:58).
El Papa Pablo VI en su libro Comentario a la Evangeli Nuntiandi (libro que fue impreso luego de su fallecimiento), concluye el capítulo VI con el tema de los ministerios diversificados. Todo ministerio o servicio en la iglesia es una forma de vivir la Diaconía de Cristo, ya que la Iglesia es el Sacramento de Cristo, el Servidor de Yahvé, que vino al mundo “no para ser servido, sino para servir y dar Su Vida como rescate por muchos”.
Son muchos los servicios que cumplimos como Comunidad Cristiana Católica, siempre bajo la guía del Espíritu Santo, con distintos carismas en la misma visión evangelizadora y poniendo la mirada hacia los más necesitados.
Dentro de los servicios o ministerios, la comunidad “Santa María” cuenta con animadores de alabanza, predicadores de la Palabra de Dios y como dije anteriormente una fuerte asistencia a los más necesitados dentro de la Comunidad y fuera de ella.
Quiero compartir contigo hermano, que días pasados nos comprometimos una vez más, comunitariamente, a comprar cierta cantidad de juguetes y hacer feliz a muchos niños que están en distintos hospitales, o viviendo en la calle, en villas y también -como siempre- alcanzando a parroquias (a las cuales asistimos mensualmente con alimentos).
En esta ocasión, gracias a Dios y a la generosidad de los hermanos de nuestra Comunidad, pudimos comprar más de 600 juguetes.
Qué hermoso es ver la alegría y la sonrisa de tantos niños al recibirlos y el agradecimiento de sus familias.
Creo y estoy convencida -con 30 años de experiencia en la misión- que es una forma más de evangelizar; con pocas palabras, pero siempre con el testimonio de vida cristiana. Reflejando a Jesús en cada beso y cada abrazo que damos al entregar juguetes o alimentos.
Para los que misionamos no hay palabras para agradecer al Señor este privilegio.
Gracias a todos y cada uno de los hermanos de la Comunidad “Santa María”, porque no cabe duda que el mensaje de la Palabra de Dios que nos predican en nuestras reuniones, fue entendido en el corazón.
Palabra que instruye para que del “yo” pasemos al “nosotros” y junto seamos canal de bendición para todo aquel que lo necesite; recordando las Palabras de Jesús: “…cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis” (Mateo 25:40).
Toda la Gloria sea al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. ¡Amén!
Celia Hovhanessian
