En una jornada signada por momentos muy especiales, la Asamblea de Sanación y Liberación realizada el pasado domingo 7 de agosto, fue -literalmente- un antes y después para las cientos de personas que asistieron.
La Palabra de Dios fue contundente así como el Poder del Altísimo infundiendo sanidad: sanidades físicas, de enfermedades crónicas, de padecimientos interiores, sanidad en las emociones; y también liberación de ataduras; quitando de las mentes y de los corazones el peso de años de cautividad y, en muchos casos, de todo aquello que parecía destinado a ser una carga permanente.
Por Jesucristo y Su Palabra, un cambio profundo sucedió en el auditorio al recibir las verdades bíblicas reveladas para sus vidas y oír la Voz de Jesús, llamando salud en la enfermedad y libertad en la cautividad. Un cambio de mentalidad, al descubrir que Dios quiera darnos una vida en victoria, que Su Voluntad conlleva nuestra bendición. Ciertamente, la Presencia del Espíritu Santo y el Amor del Padre se derramaron sin reservas.
Como fruto de este encuentro, hay decenas de testimonios, situaciones reales y concretas que cambiaron tras haber recibido y creído la Palabra predicada en el Poder del Espíritu Santo.
Tal como nos dijo Diego Hovhanessian, promediando la tarde: “NO HAY LÍMITES PARA DIOS”, una vez más, fuimos testigos de la realidad de estas palabras, puesto que nada puede resistir a Su Poder. Por esta jornada, por cada persona que recibió salvación, sanidad, libertad, restauración, renovación y por todo lo que vendrá… Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén!!!