¿POR QUÉ LLORAS? ¿A QUIÉN BUSCAS?

 Por Juan Carlos Hovhanessian

Cristo está Resucitado. ¿Quién fue la primera persona que encontró esta gran sorpresa que Dios tenía preparada para toda la humanidad? No fueron Pedro, Juan ni Santiago; no fue un hombre ni fue unos de los once apóstoles que quedaron… Fue María Magdalena, mujer de Dios, de la Palabra. ¿Por qué fue a ella que el Señor se mostró por primera vez?

Porque estaba en el lugar de los acontecimientos. Hay mucha gente que se pierde la bendición de Dios porque no está en el lugar de los acontecimientos. Ese lugar no es privativo de nadie, Dios no hace acepción ni excepción de personas, según leemos en la Biblia. ¿Los Apóstoles, Pedro, Santiago, Juan, Mateo, estaban cerca del lugar de los acontecimientos? No. La Biblia dirá que estaban encerrados por miedo a los judíos. Las mujeres no tenían miedo. ¿Será que las mujeres al ser más frágiles, con menos fuerzas (yo no lo creo tanto), tienen más disposición a creer y apoyarse en el otro? Finalmente, llegamos a la conclusión de que María Magdalena tuvo ese encuentro con el Cristo vivo porque estaba allí.

Vamos a conocer la vida de esta mujer santa para ver que nos quiere decir Dios hoy a nosotros.

  • El primer paso que se conoce que aconteció en la vida de María Magdalena fue la liberación, la sanidad espiritual. “Recorrió a continuación ciudades y pueblos, proclamando y anunciando la Buena Nueva del Reino de Dios; le acompañaban los Doce, y algunas mujeres que habían sido curadas de espíritus malignos y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios, Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes, Susana y otras muchas que les servían con sus bienes.” (Lucas 8:1-3). Aquí la Palabra no dice que María Magdalena era prostituta, sino que de ella salieron siete demonios. No dice que clase de demonios salieron de su vida, sí dice la cantidad, eran siete. Pero el Señor la sanó, la liberó. Hoy el Señor lo sigue haciendo a través de Su Iglesia, del Espíritu Santo, porque no hay una vida como la de María Magdalena si no somos libres. Después que Jesús la liberó, ella lo seguía. Se entregó al Señor completamente. Iban los apóstoles y las mujeres atrás, siguiéndolo. De esa libertad surge la devoción, que es consagrar mi vida al Señorío de Cristo y seguirle a donde Él vaya,
  • María Magdalena estaba comprometida con la obra.  Le servía con sus bienes (vs.3). La Obra del Señor Jesucristo necesitaba dinero. Jesús no apelaba a los milagros para vivir la vida cotidiana, compraba la comida. ¿Crees que no se usaba dinero en esa época? Se necesitaba dinero para un lugar donde vivir, para trasladarse de un lugar a otro, etc. Estas mujeres -después de ser liberadas, sanadas- servían a Jesús hasta con sus bienes, su tiempo y dedicación, porque habían hecho de Jesús su único Señor. Para María Magdalena, Jesús era el SEÑOR. Muchos hombres todavía no habían confesado el Señorío de Jesús en la tierra porque era una locura decir que Jesús era el Señor, el Mesías, el Cristo. Los judíos no lo hicieron, los sacerdotes no lo hicieron, los fariseos no lo hicieron; pero María Magdalena reconoció a Jesús públicamente como Señor.
  • María Magdalena estuvo en la crucifixión. ¿Estuvieron todos los apóstoles? Sólo Juan, junto a nuestra Mamá la Virgen María. “Estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las mujeres que habían seguido a Jesús desde Galilea sirviéndole. Entre ellas María Magdalena, María la madre de Jacobo y de José y María la madre de Zebedeo.” (Mateo 27:55-56). Eran más las mujeres mirando a Cristo en ese momento tan tremendo en la Cruz, que los hombres valientes. ¿Estás cerca de la Cruz como María Magdalena? Ese no era un buen momento para estar allí porque sus vidas corrían riesgo. ¿Cuál es mi actitud en los momentos difíciles? ¿Sigo cerca de Cristo? Porque en el momento de la multiplicación de panes era lindo estar cerca de Jesús y también en el momento que entra triunfal a Jerusalén, pero en el momento de la Cruz, de la necesidad; en el momento de jugarse por Cristo, ¿Seguiríamos? ¿Le voy a ser fiel en todo tiempo y lugar o voy a elegir las circunstancias a mi gusto?
  • Estuvo presente en la sepultura de Jesús. El cual compró una sabana y quitándolo lo envolvió en la sabana y lo puso en un sepulcro que estaba cavado en una peña, he hizo rodar una piedra la entrada del sepulcro. María Magdalena y María  madre  de José miraban donde lo ponían.” (Marcos 15:47). Aquí se describe cómo el Cuerpo de Jesús fue sepultado en la tumba que le prestó José de Arimatea. Eran testigos presenciales de la sepultura de nuestro Señor Jesucristo. Ejemplo de todo servidor de Cristo. Había muy poca gente en el momento de la sepultura porque estaban los romanos mirando para ver quiénes eran los seguidores de Jesús para terminar con ellos de una vez. Había que jugársela para estar en ese sepulcro. María Magdalena siguió cronológicamente todos los pasos de la Muerte y Resurrección de Cristo. Vio cómo se cerró la tumba, cómo se selló para que nadie quitara el Cuerpo, pues los romanos temían que un seguidor de Cristo robara el Cuerpo y dijera que había resucitado. María vio donde pusieron a Jesús, vio como se cerró con la piedra la tumba, pero la historia no termina allí. El domingo ni bien se levantaba el día…
  • María Magdalena se dirige al sepulcro para ungir el cuerpo de Jesús. “Pasado el sábado, María Magdalena, María la de Santiago y Salomé compraron aromas para ir a embalsamarle.    Y muy de madrugada, el primer día de la semana, a la salida del sol, van al sepulcro.” (Marcos 16:1).

¿Piensas que María creía que Jesús iba a resucitar? No, porque llevaba el aceite. San Juan dice que estaba oscuro… por la negación de Pedro, por los agravios de los judíos, por la traición de Judas, por Pilatos entregando al Señor, por la soledad de esa Cruz. ¿Hay algún camino oscuro en tu vida? Pues…, NO TE DETENGAS, NO TE RINDAS, NO VUELVAS ATRÁS, AVANZA, PORQUE DIOS TE PREPARA UNA SORPRESA. Dios siempre tiene sorpresas para el final del camino, el tema es que tú, cuando Dios vaya a hacer el milagro, estés en el lugar de los acontecimientos.

  • María Magdalena escucha el mensaje del ángel. «No os asustéis. Buscáis a Jesús de Nazaret, el Crucificado; ha resucitado, no está aquí. Ved el lugar donde le pusieron.” (Marcos 16:6). El ángel le habló a las mujeres que estaban cerca de Cristo, que estaban adorando. Ese es el verdadero servidor de este tiempo, el que sigue siendo devoto cuando, aparentemente, Dios no le puede dar nada a su vida. ¿Qué le podía dar a María Magdalena? Jesús estaba muerto. Esa es la verdadera devoción. Fue a servir a Jesús sin espera nada a cambio. Nosotros sabemos que Cristo está vivo y siempre nos dará. Las mujeres devotas fueron quienes recibieron esa sorpresa. Fueron a adorarlo, una vez que lo vieron, fueron a abrazarlo y Jesús les tuvo que decir “soltadme”.
  • María Magdalena fue la primera en hablar con Jesús resucitado. Estaba María junto al sepulcro fuera llorando. Y mientras lloraba se inclinó hacia el sepulcro, y ve dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. Le preguntaron: «Mujer, ¿por qué lloras?» Ella les respondió: «Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.» Dicho esto, se volvió y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús. Le dice Jesús: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?» Ella, pensando que era el encargado del huerto, le dice: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré.” (Juan 20:11-15). Era la noche oscura, el momento de la prueba, de dificultad; pero para María Magdalena, Jesús seguía siendo su Señor (vs. 13). Eso puede ocurrir en tu vida, pero Él esta ahí, pronto para darte una sorpresa. Cuando el Señorío de Cristo es profesado, nos salvamos, dice la Biblia. Y la Salvación no sólo es del alma, es sanidad, bendición, paz, victoria, prosperidad, unidad. Luego María se encuentra con Jesús quien le dice lo mismo que los ángeles “¿Por qué lloras?”, pero Él agrega: “¿A quien buscas?” Sólo Cristo te puede hacer esta pregunta. Dios te esta haciendo la pregunta: “¿A quién buscas?” ¿A la repuesta para tus problemas o al Señor; la sanidad o al Señor; el milagro o al Señor? Nosotros creemos en los milagros, la sanidad, pero a quien buscamos ante todo es a Jesús. Ponte bajo el Señorío de Cristo. ‘Kyrios’ (Señor), quiere decir Supervisor, el tiene que supervisar toda mi vida, el que dirige, el que gobierna. Tanto en el tiempo de bonanza, como en la hora de la prueba. Teniendo a Cristo como el Señor, el milagro llega, no lo dudes. Busca primero el Reino de Dios y toda su justicia y lo demás te vendrá por añadidura. Hay una ley bíblica que dice: buscad y hallaréis, lo que busques, lo vas a encontrar. ¡Ojalá busques correctamente, para que encuentres correctamente!

Y por buscar al Señor María Magdalena recibió el regalo que tú y yo ansiamos, ver a Jesús en Gloria. Pronto lo veremos en Gloria.

¡AMÉN!